27 de febrero, Martes II de Cuaresma
En nuestor mundo seguimos con el deseo de luchar contra a la hipocresía y buscar la coherencia entre nuestras palabras y acciones. Este es un tema que trasciende las barreras religiosas y resuena profundamente en las personas y en especial en los más jóvenes.
Este texto también invierte las nociones tradicionales de poder y prestigio al valorar la humildad y el servicio a los demás por encima del reconocimiento y la autoridad. Jesús, al promover el liderazgo servicial y la igualdad fundamental entre las personas, desafía las estructuras de poder establecidas y sugiere que la verdadera grandeza reside en el servicio.
Hoy podríamos fijarnos en la humildad, el servicio y coherencia personal de nuestra vida como aportación a una sociedad mejor. Este enfoque puede servir de puente entre creyentes y no creyentes, y entre generaciones para ser todos mejores. Feliz martes.