20 de septiembre. Viernes de la XXIV semana del tiempo ordinario
Nuestra vida, siempre tiene algo de de transformación, aunque normalmetne lo hacemos estando estables en un lugar. También hay quien se está moviendo y transformando los luigares por los que pasa.
Jesús se presenta como un predicador incansable, recorriendo ciudades y pueblos. Un aspecto notable es la mención específica de las mujeres que acompañaban a Jesús y a los Doce. En una sociedad donde las mujeres a menudo eran marginadas, Jesús las incluye abiertamente en su círculo cercano.
Podríamos aprender de María Magdalena, liberada de siete demonios, símbolo de una transformación profunda. De Juana, esposa de un funcionario de Herodes, representando una conexión con las esferas de poder. Y también nos podríamos inspirar en Susana y otras, que apoyaban el ministerio con sus propios recursos. Feliz viernes.