12 de septiembre. Lunes de la XXIV semana del tiempo ordinario
Más de una vez hemos dicho que esto de la fe se vive en un mundo cada vez más descreído. Por un lado es bueno, porque no hay que creerlo todo, aunque por otro tiene el peligro de perder la confianza y con ella la esperanza. Sino creemos en nada, es probable que perdamos la esperanza en el futuro.
Jesús alaba la fe del centurión frente a los creyentes de siempre. Es alguien que rompe la barrera de la religión y va directo al enceuntro de las personas porque cree en ellas. el Evangelio apunta a eso, a creer y a esperar en Jesús.
Hoy que empezamos semanas podríamos ver cómo andan nuestros niveles de fe. En qué medida se incorpora la fe a nuestra rutina y en qué medida la fe alimenta la esperanza de que esta semana será estupenda. Feliz lunes.