16 de octubre, Domingo XXIX del tiempo ordinario
En un mundo tecnológicamente interconectado nos sentimos a veces desconectados. Nos desonectamos de Dios, de los demás e incluso de la naturaleza. Nos hacemos nuestra propia burbuja que modo de pompa de jabón hay un momento en la que nos explota.
En la vida de Jesús la oración es algo muy importante. Jesús reza en momentos y lugares señalados como al amanecer y apartado de ordinario. Jesús entiende que es la oración la que fortalece el vínculo con su Padre y enseña aquello que vive,
Hoy podríamos dedicarle un rato a orar. Es una ocasión de reconectarnos a la vida que nos regala el Padre, es una ocasión para pedir por tanta gente que lo necesita y es una ocasión para sentirnos de nuevo conectados con nuestro mundo. Feliz domingo.
Nuestra propia burbuja, que nos explota, cuando no alejamos de la Oración, nuestro hilo conductor hacia el Padre, el mundo » real» y los hermanos, as! Gracias Pello por los recordatorios, ánimos o tirones de oreja sutiles!!