10 de octubre. Jueves de la XXVII semana del tiempo ordinario.
Nuestor modo de vida nos lleva a la falsa apariencia de sentirnos autosuficientes y por ello sin necesidad de Dios. El asunto es que no somos tan autosuficientes porque toda nuestra vida depende de otros de una manera que no contrlamos.
Jesús nos invita a insistir en la petición. Es un modo de recordar cómo nuestra vida está intimamente relacionada con Dios. Como el amigo que entra en mi cotidianidad Dios se hace presente en todos los rincones de mi vida.
Hoy podríamos reconocer nuestros ámbitos más necesitados d ela vida. En vez de ocultarlos y creernos suficientemente fuertes, se trata de pedir ayuda para esas partes de la vida. Para ello tenemos que agradecer a toda la gente que tenemos alrededor dispuesta a ayudarnos. Feliz jueves.