Lecturas 21 de febrero. Doimingo I de Cuaresma
¿Quién nos anuncia buenas noticias? En general los medios de comunicación parecen profetas de desdichas y distorsionar nuestra percepción de la realidad. De hecho la redes sociales fomentan la polarización y el conflicto, con ello la buena noticia se diluye.
Jesús pasa un tiempo por el desierto, un tiempo de discernimiento, un tiempo desértico, sin fruto aparente; pero que dará el mayor fruto después. Es un tiempo de crecer, de reconocer cuál es su misión que ejercerá cuando llegue el tiempo, cuando llegue su tiempo.
Jesús entiende que le toca ser buena noticia en un contexto de mala noticia, y especialmente tras el asesinato de Juan. Muchas veces nos preguntan ¿qué tal estás? y a veces nuestra respuesta suele ir en la línea de descontento, de agobio, de mucho trabajo o de apatía. Vayamos a nuestros desiertos y descubramos cómo podemos ser buena noticia. Feliz domingo.
Solo el debacle conduce a la negación. Es imprescindible ser positivo con uno mismo, ante y sobre todo, manera de que nuestro diálogo favorecerá al entorno