29 de septiembre. Jueves de la XXVI semana del tiempo cordinario Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael
En esta sociedad algo descreída parece que ya lo hemos visto todo. Los jóvenes viajan al otro extremo del mundo y cada vez más adelantan experiencias maravillosas y otras que no lo son tanto. Pero sobre todo vamos peridendo todos esa capacidad de fascinarnos por algo.
El Evangelio de una anécdota abre la puerta a la fascinación que surge de la fe. La fe, el reconocer a Jesús como Hijo del Hombre, es la puera a una dinámica interior absolutamente transformadora del mundo.
Hoy podríamos quitarnos de encima ese barniz resabiado y escéptico. Se trataría de ver como algo nuevo este día que comienza, como la lluvia, el encuentro con los de casa, el estudio, el trabajo, las tareas cotidianas,… Es ahí dónde se abre a la fascinación de la vida que viene de la fe. Feliz jueves.