28 de enero, Sábado de la III semana del tiempo ordinario. Santo Tomás de Aquino
Muchas personas experimentan miedo en situaciones cotidianas . El problema del miedo es que a veces nos impide dar el paso a escenarios nuevos en la vida y perdernos cosas preciosas que van desde el amor hasta el goce estético.
Uno de los grandes impedimentos de la fe es el propio miedo. El contexto nos puede asustar, pero como discípulos estamos llamados a reconocer a Jesús como referente, también en las dificultades. Es justo ahí cuando le reconocen.
Con el objetivo de desdramatizar los miedos cotidianos, podríamos recordar esas situaciones en las que teníamos un miedo más o menos fundado, pero al final la cosa ha ido bien. Se trata de agradecer y recordar haber superado esas situaciones que nos han hecho avanzar y mejroar nuestra vida. Feliz sábado.