20 de agosto, Domingo XX tiempo ordinario
Vivimos en una sociedad caad vez más desigual. Los que están en las mesas más ricas cada vez acumulan más de las migajas de las más pobres. Se va quitando migaja a migaja bienes y derechos de la gente de a pie, mientras que los VIP tienen un circuito propio.
El punto del Evangelio de hoy es la enorme fe de la mujer. El Evangelio va de creer en Jesús y en el Reino que anuncia. Un Reino que traspasa las primeras fronteras de la religiosidad de ISrael y que hoy en día nos reta a traspasar también las fronteras de la nuestra.
Nuestras migajas hablan de quiénes somos, qué lugar ocupamos en el mundo y de cómo vivimos. Además de la cuestión de justicia social se nos presenta el reto de la justicia medioambiental con nuestros residuos. Es una llamada de atención a nuestros migajas-restos, que parecen poca cosa, pero luego resultan que som importantísimas. Feliz domingo.