Lecturas 18 de julio. Sábado XV tiempo ordinario.
¿A quién miramos? En la vida nos encotnramos con un número determinado de personas y también solemos pasar horas delante de distintas pantallas viendo personas y personas que pasan delante de nuestros ojos. ¿Quiénes son las personas que se ven en la televisión, en instagram, en los periódicos?
En el Evangelio se nos invita a que nuestra mirada se detenga en alguien distinto al habitual; el siervo, el elegido el amado de Dios. Obviamente la invitación es mirar a Jesús en nuestra vida, pero con él también miramos a los preferidos del Señor, los pequeños del Evangelio, los silenciados del mundo.
A efectos prácticos aquellos que están fuera de nuestra mirada no existen. Hoy, más que nunca, tenemos posibilidades tecnológicas que nos facilitan el poder mirar, pero no nos facilitan el ejercicio de mirarles. Los algoritmos, los intereses comerciales, lo conocido como el main frame, hace que miremos a lo que otros nos dicen. ¿Seremos capaces de mirar también a quien Dios mira?
Podemos mirar y atender con amor cada día a los que se nos ponen delante. Compañero de trabajo, la cajera del super, la vecina de al lado que está sola y mayor, nuestro padre o suegra a quién no entendemos y no hacemos esfuerzo por entenderles, a nuestros hijos. A veces no hay que irse tan lejos. Cada día nos pone delante muchos a los que mirar, sonreír, escuchar, querer. Están muy cerca. Nos necesitan. Y no es tan difícil…