14 de julio. Domingo de la XIV semana del tiempo ordinario.
Lo mío, lo nuestro, la burbuja son expresiones que nos hablan de que vivimos encerrados. Culturalmente, nos cuesta mucho entender que en los otros y en los diferentes haya modos de vida que nos merezcan la pena, lo cual hace que nos encerremos más.
Jesús no actúa solo. Envía a sus discípulos de dos en dos, resaltando la importancia de la comunidad y la colaboración en la tarea evangelizadora. La misión de la Iglesia es compartida por todos sus miembros, cada uno con sus dones y talentos.
Ante la misión imposible respondemos desde la misión compartida. El reto global que nos presenta este mundo sólo se puede hacer desde la colaboración, desde el compromiso compartido. Es el reto que empieza en nosotros mismos, pero es también la celebración de todas las comunidades. Feliz domingo.