Lecturas 21 de noviembre. Sábado XXXIII Tiempo ordinario. Presentación de la VIrgen
En los últimos años ha habido una proliferación de series sobre zombies, donde destaca Walkind Dead o el archiconocido Juego de Tronos. Curiosamente en las dos series a los zombies se les denomina como caminantes. Y a veces pueden representarnos en algunos modos de la vida que tenemos. Estamos en marcha, pero a veces parece que estamos más muertos que vivos.
Los saduceos le plantean a Jesús la pregunta sobre la vida de después de la muerte. Y Jesús responde que Dios es un Dios de vivos porque para Él están todos vivos. Se trata de mirar la vida desde los ojos de Dios y no desde nuestras convenciones.
El Dios de la vida es una invitación a profundizar en nuestra vida. Una ocasión para la celebración conjunta de que estamos vivos. Se trata de ir desterrando dinámicas poco vitales y que nos van enterrando en vida. Se trata de iluminar la oscuridad que nos entristeza, de nos deshumaniza y que nos paraliza. Encontremos en la vida, en la nuestra de cada día al Dios de los vivos.