Lecturas 2 de octubre. Viernes XXVI tiempo ordinario
A lo largo de la historia el cielo ha sido objeto de deseo del ser humano. El cielo es el lugar donde viene la luz y la oscuridad, el cielo ha sido el lugar de los dioses y el cielo ahora es objeto de conquista del conocimiento. De ahí que esa imagen de escalar el cielo sea muy elocuente.
Jesús va criticando ciudades de Israel por su falta de conversión. Y la conversión no consiste en decir ay ay, sino convertirse es transformarse interior y exteriormente. La tarea dela Buena Noticia es que las cosas cambien a mejor.
Cuando un tipo de políticos hablan a la ciudadanía, hablan del cielo pero no de la tierra. Cuando la publicidad nos habla, nos hablan de modelos de vida, pero no hablan de los caminos de la vida en que esta se transforma. Me temo que no hay atajos para el cielo.