Lecturas 13 de julio. Martes XV tiempo ordinario.
En general somos resistentes a la conversión. Nos cuesta dejar nuestros caminos para empezar unos nuevos, y de hecho en general perseveramos increíblemente en nuestra postura. Nos cuesta examinar y aprender de nuestra propia historia personal y colectiva por lo que el dicho de que el ser humano es el único animar que tropieza con la misma piedra, cada día se convierte en un dicho verdadero.
Hoy vemos a Jesús enfadado porque aquellos que lo en no aprenden y siguen en sus trece. Nosotros como seguidores también, nos cuesta mucho. El General Kolvenbach se preguntaba por los jesuitas que hacían ejercicios todos los años, y no terminaban de convertirse.
Sospecho que esto de convertirse, tiene una importante decisión personal, pero también tiene mucho que ver con eso que Ignacio llama gracia. Necesitamos mucho de Dios para acercarnos más a Él y a su estilo, necesitamos de paciencia para volver a levantarnos cada vez que nos caemos, y necesitamos de mucha atención para saber en qué estamos. Por ello un día más y humildemente podemos decir: dadme vuestro amor y gracia que esta me basta.