11 de junio, San Bernabé, apóstol
A veces tanta palabrería nos abruma. Montamos artefactos llenos de palabras y vacíos de contenido. En ellos hacemos trucos de magia para sorprender, para manipular, para gustar, para otro fin distinto que el propio comunicar.
El Evangelio es el modo de la sencillez, se dice lo que hay y punto. No se engaña, no se disfraza la realidad y asume la complejidad. Se trata de salir del artificio y volver a la profundidad de la verdad.
Hoy hay siete compañeros a quienes se les ordena sacerdotes en Bilbao. Me gustaría pedir por ellos y que sus promesas tengan la profundidad del sí y del no de la que nos habla el Evangelio. Que sean parte de la tradición apostólica de otros como Bernabé, que vivieron lo de Jesús hasta el fondo. Feliz sábado.
Zorionak para los jóvenes que dan el paso hoy y mucho Espíritu soplando energia en su caminar…