Lecturas 11 de agosto. Martes XIX tiempo ordinario.
Hay una frase de House of Cards que habla de la importancia de estar cerca del más poderoso y da a entender que ser importante va en función de la proximidad o lejanía del poderoso. Me temo que House of Cards describe bastante bien cómo funciona nuestro mundo.
Jesús en cambio nos propone una lógica muy distinta, acercarnos a los que no tienen poder, a los pequeños. El evangelio es buena noticia para ellos y pone los ojos en aquellos en quien nadie los pone y los reconoce como importantes personas llenas de dignidad.
Mientras que muchas de nuestras carreras de éxito se miden en poder y dinero el camino del seguimiento se mide en la capacidad de alejarnos de esa lógica. Las carreras consisten en alejarse de los otros para llegar primero, es decir dejar a la gente atrás; mientras que el evangelio es más bien de no dejar a la gente atrás, sino de llevarlos adelante.