Lecturas 17 de julio. Viernes XV tiempo ordinario.
Necesitamos dar sentido al dolor y a la privación y muchas veces lo hemos entendido como sacrificio. En el sentido tradicional el sacrificio era hacer algo sagrado (separado). Como eso se hacía con animales y con conductas humanas, aquello se convertía es sacrificio. Hoy el sacrificio no es tan teológico, sino que va en aras a tener éxito, el cuerpo bien esculpido,…
Jesús, siguiendo la tradición profética nos invita a vivir la misericordia. Sentir con el mismo corazón que el otro. Así el horizonte no soy yo, para que quede puro o tenga éxito, sino que el horizonte es el amor al otro.
Un criterio fundamental de discernimiento es el horizonte de las cosas que hacemos, si somos nosotros y nuestra perfección o es el bien para los otros. Entre las dos opciones hay muchos grises de una realidad y muchos (auto)engaños en los que todos caemos. ¿Hoy que qué quieres, misericordia o sacrificio?