26 de junio. Domingo XIII tiempo ordinario
Es realmente curioso como tenemos un «pero» para todo. El gobierno toma buenas medidas, pero; te seguiré, pero; te amaré, pero,…. Nos cuesta eso de acoger la realidad tal cual y comprometernos con ella del todo.
Jesús cambia de plan, decide ir a Jerusalén al corazón de Israel. En ese cambio de etapa comienza una crisis de los seguidores que empiezan con el pero. Empiezan a poner condiciones previas a lo que requiere el seguimiento total. Es el Evangelio del todo.
Hoy podría reconocer mis peros en la vida. Ignacio dirá, aquellas afecciones desordenadas que me quitan libertad para seguir a Jesús del todo. A veces son pequeñas manías que se han convertido en costumbre saludable y otras veces son relaciones personales. Se trata de reconocer ese pero, acogerlo, celebrarlo para convertirlo en Buena Noticia. Feliz Domingo.
Mis pero… han invadido mi día a día. Nada fácil asumirlos, nada fácil acoger la Buena Noticia, convertir las costumbres saludables para ¡Seguir a Jesús del todo! Su Espíritu, mi Oración, es nuestra Esperanza!