7 de noviembre, Lunes de la XXXII semana del tiempo ordinario
Muchos momentos del día vamos en automático. Las cosas y los días se suceden y sólo nos cabe dejarnos llevar porque parece que toca eso eso. El asunto es que la navegación en automático tiene sus límites, y sin darnos cuenta nos podemos meter en tormentas inesperadas.
El Evangelio es una llamada a estar atentos porque requiere constante discernimiento. Por un lado evitar escandalizar a nadie, y por otor lado estar atentos a esto de la fe. Discernir es el ejercicio que nos saca del automático y nos pone a navegar en profundidad desde la fe.
Hoy puede ser un día de estar atentos. Se trata de salir en algún momento de la rutina y agradecer tantas cosas; el desayuno tras dormir en casa, la luz y el agua, la familia,…. Parece que están ahí siempre para nosotros, pero viendo la humanidad no parece tan claro. Feliz lunes.