29 de junio. Miércoles XIII tiempo ordinario. Santos Pedro y Pablo, apóstoles
¿Qué pondría en los puntos suspensivos del título? Responder a la pregunta de la propia identidad, así de repente, puede ser exigente, pero es algo que vamos construyendo a lo largo de la vida. Pero lo interesante, no soy yo, sino en cómo participo construyendo las identidades de otros más o menos próximos.
El Evangelio de hoy es el juego de identidades, la de Jesús, la de Pedro y los otros discípulos que participan. Reconocer la identidad de Jesús es reconocer nuestra propia identidad, reconocernos como hijas o hijos de Dios llamados a vivir y a experimentar su Reino.
El otro personaje del día es Pablo, que fue capaz de dejarse transformar hasta adoptar la identidad de apóstol de los gentiles. Fue el gran reto de la primera Iglesia de abrirse al mundo y arriesgar la identidad propia por una nueva que es la de ser cristiano. Feliz miércoles.