Lecturas 20 de mayo. Jueves VII semana de pascua
Hoy hace 500 años, en Pamplona, una bola de cañón cambió la vida de Iñigo López de Loyola. Las heridas que le causaron en la pierna le llevaron a descubrir las propias heridas de la vida, y en su curación comenzó un camino de conversión, que sería después camino hacia Dios para mucha gente y durante siglos.
Ignacio conoce a Jesús, y como dice el Evangelio descubre que Jesús está con Él, hasta tal punto que se hace fundador de una congregación que tendrá por nombre Compañía de Jesús. Para Ignacio Jesús es el principio y fundamento de su vida.
Hoy los tiempos cambian, pero lo esencial de su inspiración permanece. Seguimos queriendo estar cerca de Jesús, seguimos queriendo discernir cómo vivir el Reino, seguimos queriendo ayudar al prójimo y seguimos queriendo en todo amar y servir. Hoy comienza un año de ceelbración y de conversión (www.ignatius500.org) Zorionak a todos los que compartimos espiritualidad ignaciana.