7 de octubre, Sábado XXVI, tiempo ordinario. Virgen María del Rosario
A la vuelta de vacaciones solemos encontrarnos con las caras alegres de nuestros compañeros. La cara al final del curso se nos transforma y la sonrisa se nos reduce. Es un modo de preguntarnos de cómo llevamos nuesta vida y nuestro trabajo.
Los setenta y dos discípulos vuelen alegres de haber realizado con éxito la misión. La misión es como la expresión de nuestra vocación en el servicio de los demás. Encontramos sentido a nuestra propia vida al hacer bien a los que nos rodean.
Hoy es el día que volvemos de la semana de trabajo. Es una ocasión para chequear nuestros niveles de alegría sobre la misión que vamos realizando, si estamos satisfechos y si entendemos que lo que hacemos es para bien de otros. Feliz sábado.