Lecturas 22 de mayo. Sábado VII semana de pascua
Vivimos en la sociedad de la comparación, yo soy como soy en comparación con otros. Nos cuesta mucho entender y experimentar que somos valiosos y amados en nuestra propia individualidad, simplemente por ser quien somos.
Pedro, una vez más mira al costado, mira al compañero en lugar de terminar de acoger la propuesta de Jesús para su vida. Le cuesta mucho creer que Dios le llama por su nombre y con un plan propio para él.
En tiempos en que las estadísticas nos homologan y nos comparan, donde somos procesados en complejos algoritmos informáticos que saben mucho o demasiado de nosotros; nos faltan fuerzas para descubrirnos en nuestra individualidad amada y llamada. Sólo desde la experiencia del amor queremos a las personas en su singularidad. Así podemos ir creciendo en el amor para no decir como Pedro y este ¿qué? Feliz sábado.