Enaltecerse y humillarse

4 de noviembre, Sábado XXX, tiempo ordinario

Suele parecer que todo el mundo quiere enaltecerse, es decir subir hacia arriba hacia los mejores puestos sociales. El hecho es que cuanto más arriba suba uno, más peligro tiene de pisar a otros.

La enseñanza de Jesús en este pasaje también contiene un principio de recompensa divina. Jesús nos dice que aquellos que se humillan serán enaltecidos, mientras que los que buscan la autoexaltación serán humillados.

Tomar el camino de los últimos es una opción de valientes. No está bien visto y puede parecer de cobardes, frente a la tendencia general. La cosa es que la idea consiste en poner con los últimos, con los olvidados, con los vulnerables que no pueden competir. Humillarse es acercarse al suelo de la vida. Feliz sábado.

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