26 de agosto. Lunes de la XX semana del tiempo ordinario

A menudo nos encontramos con situaciones donde las apariencias parecen tener más peso que la esencia misma de nuestras acciones y decisiones. Vivimos en una época donde la imagen proyectada en redes sociales llega a ser más valorados que la autenticidad y la integridad de las personas.

Jesús critica duramente a los escribas y fariseos por su hipocresía, denunciando cómo se enfocan en aspectos superficiales de la ley mientras olvidan lo esencial: la justicia, la misericordia y la fidelidad. Se trata de vivir con un corazón sincero y comprometido con el Reino.

La vida diaria es ocasión para mostrar compasión, honestidad e interés por los demás. La verdadera espiritualidad no se mide por las apariencias o los rituales vacíos, sino por cómo tratamos a nuestros semejantes y cómo vivimos nuestras convicciones en lo cotidiano. Feliz lunes.

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