El viejo Simeón

29 de diciembre, lunes. Día V dentro de la Octava de Navidad

En la vida vamos deprisa y con demasiadas cosas en la cabeza. A veces nos cuesta parar y entender qué está pasando de verdad. Por eso es tan valiosa la sabiduría de las personas mayores, que leen lo hondo de la vida con calma.

María y José llevan al niño a Jerusalén para cumplir la ley. Simeón lo toma en brazos, da gracias y reconoce en él una luz para todos. Y advierte que su vida despertará rechazo y esperanza, y que mostrará lo que cada corazón guarda.

Intentemos escuchar más a quienes han vivido y guardan memoria de lo esencial. Aprendamos a mirar con esa paciencia a quien discierne y no huye de la complejidad. Aprendamos de nuestros mayores lo importante de la vida. Feliz lunes.

Esta entrada fue publicada en Publicaciones del blog. Guarda el enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.