Lecturas 25 de octubre. Domingo XXX tiempo ordinario
Muchas veces nos vivimos en escenas separadas, ahora estoy en casa, luego en la calle, después en la Uni, trabajo, en el gimnasio, en espacios de ocio,… Vivimos escenas distintas que hacen que nuestra vida la percibamos como fragmentada, como una tele con muchos canales que no se relacionan entre sí.
Jesús responde a la pregunta del mandamiento principal con amar con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser. En algún modo es lo que entendemos de la vida de Jesús, que la entregó del todo por amor.
Había un jesuita que decía que había una diferencia infinita entre darse mucho y darse del todo. El todo solemos contemplarlo en clave de cantidad, y me temo que tiene mucho que ver con la unidad. Vivirnos integrados, en un amor que nos unifica nos empuja a vivir y a entender eso del todo,