2 de agosto. Lunes XVIII Tiempo Ordinario
En esto de la fe vivimos una gran dualidad. Cuando nos toca echar mano de la fe, cuando nos la jugamos, justo ahí nos entran muchísimas dudas. En cambio, cuando vamos en automático somos una especie muy crédula y nos creemos cualquier cosa.
Hoy el Evangelio nos pone como icono de fe. Los creyentes solemos dudar mucho, y es ahí, justo en la duda cuando lo necesitamos, cuando aparece el brazo de Jesús que nos sostiene y evita el hundimiento. Es una catequesis para la Iglesia, en la que se nos recuerda que esto de la fe, no sólo depende de nosotros.
Nosotros hemos llegado al día de hoy gracias a muchos brazos que nos han sostenido en nuestras dudas e incertidumbres. Se trata de brazos de personas que nos han acompañado, nos han animado, nos han clarificado, nos han contrastado y nos han ayudado a profundizar en la experiencia de fe. Muchas gracias a todas ellas. Feliz martes.
