La oveja perdida

6 de diciembre , Martes II Adviento

En nuestro contexto, no hace tanto tiempo, vivíamos en una sociedad religiosamente homogénea. Éramos mayoritariamente católicos y éramos el gran rebaño on alguna oveja perdida. El tiempo ha pasado y las cosas han cambiado y se ha dado una especia de big bang en el que todos tenemos algo de oveja perdida.

El Evangelio subraya la importancia de la voluntad del Padre, que nadie se pierda. El Evangelio es para todos una oferta de vida independientemente de estar en el gran rebaño o no.

Hoy podríamos recordar esas veces en las que nos hayamos poidod sentir perdidos en la vida. Se trata de reconocer como hemos salido de esa situación y sobre todo de reconcoer a los buenos pastores y psatoras que nos han podido ayudar. Hoy puede ser un día para agredecrles y así también si se puede, ayudar a otros. Feliz martes.

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