Lecturas 18 de octubre. Domingo XXIX tiempo ordinario
Nuestras vidas están muy relacionadas con las monedas. Necesariamente necesitamos dinero para casi todo en la vida, y a su vez el dinero como convenio social, está en casi toda nuestra vida social: política, economía, cultura, salud,…
A Jesús le quieren tender una trampa con el dinero. Jesús acepta el reto y plantea en torno a la moneda dos rostros y dos ámbitos: César y Dios. Los dos se juntan en torno a la misma moneda, pero los dos son muy distintos.
Como la moneda la vida se nos presenta siempre ambigua. Nos toca jugar, vivir con una moneda con dos caras y dos ámbitos que siempre van a estar tensión, una frente al otro, pero siempre juntos. A nosotros nos toca discernir y hacer artesanía con las dos caras. El Evangelio siempre nos lleva a vivir en una tensión en la que no nos podemos olvidar ni lo de terrenal ni de lo divino.