1 de octubre, Domingo XXVI, tiempo ordinario
Hay quien cuenta que en un empresa un trabajador se dedicó toda su vida laboral a responder «prefiero no hacerlo» cada vez que le decían de hacer algo; y perduró años y años hasta su jubilación. Puede ser una exageración, pero puede ser un rasgo de la soceidad en la que vivimos regida por el quiero y el prefiero.
Jesús escandaliza cuando dice que los publicanos y las prostitutas nos precederán en el Reino de los Cielos. Es un modo de romper esas barreras sociales en las que nos creemos mejores que otros y que lo que no nos gusta o incomoda se deja para otros menos dignos.
Podríamos identificar esas actitudes, en ocasiones infantiles, que se manifiestan en nosotros. Esas tomas de postura, a veces de poder, en las que nos plantamos frente a otros y que podríamos agradecer a aquellas personas de nuestro alrededor que nos sacan de nuestros enmimismamientos. Feliz domingo.