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Lecturas 10 de septiembre. Martes XXIII tiempo ordinario – Beato Garate

Hace unos meses salió una camiseta que representaba lo impensable, un beso entre Trump y Kim-Jong. Los creadores reflejaron a la perfección. y también con cierto humor, aquello que el Evangelio de hoy nos propone, algo tan contracultural como amar al enemigo.

Jesýs vivió en un tiempo lleno de sectas y de enemigos, vivió una sociedad del miedo. La propuesta de Jesús es mirar al Padre de misericordia, para que desde ella convivamos nosotros. Todos los esquemas de lucha de amigos y enemigos, se diluyen ante la misericordia.

Nosotros vivimos también tiempos de polarización y acendramiento de enemistades. Los cristianos, al modo en que nos dice Jesús, tenemos que proponer viablemente propuestas de convivencia. El ideal sería que los enemigos se llegaran a besar (una vez pasada la pandemia), pero si al menos fuéramos capaces de introducir la esperanza de que fuera posible sería un logro.

Lecturas 9 de septiembre. Martes XXIII tiempo ordinario – Virgen de Aránzazu y San Pedro Claver

¿A quién considera dichoso nuestro mundo? Sólo tenemos que mirar las distintas cuentas de instagram para que nos den pistas; vacaciones, playa, comidas, fiesta, lugares exóticos, pareja, cuerpo, deporte,….

Jesús nos propone que miremos a otro lugar para encontrar los dichosos, a las personas que tienen hambre, lloran, son odiadas, excluidas, proscritas por causa del Reino. Ciertamente es un contraste notable.

Necesitamos proponer nuevos modos de felicidad para el ser humano para que seamos todos realmente dichosos. No puede ser que la dicha de unos sea a costa de la dicha de otros, no puede ser que nuestra comodidad lapide los recursos naturales, no puede ser que para ser dichosos para algunos dejemos de ser nosotros mismos. Pero eso es lo que hace Jesús, proponer y vivir otro estilo de vida para que todos seamos dichosos, tal vez sea una pista para el mundo de hoy.

Lecturas 8 de septiembre. Lunes XXIII tiempo ordinario -Natividad de María.

El relato del nacimiento de Jesús no puede ser de otra manera que vinculada al modo de hacer de Dios. Ese modo de hacer de Dios necesita de la colaboración humana y vemos que Jesús nace gracias a María y a su sí a colaborar con Dios.

El Espíritu Santo se hace presente en nuestra historia de cada de día. Es interesante comprobar como en las primeras comunidades tenían una conciencia muy viva de la presencia de Espíritu que intervenía en los aconteceres de la comunidad, en los viajes y en el devenir de la historia.

María nos enseña que desde lo más pequeño hasta lo más grande puede ser dar ocasión a que Dios actúe . Ella fue la primera creyente, la mujer del pueblo, la madre de Dios y muchos más modos de llamarla, pero sobre todo hoy agradecemos y recordamos que esta mujer confío en Dios y que gracias a ella aquí estamos nosotros como seguidores de Jesús.

Lecturas 7 de septiembre. Lunes XXIII tiempo ordinario.

En nuestra sociedad del éxito esquinamos a los que no colaboran con esa imagen de juventud, salud, fortaleza y dinero. Son aquellos que están en los márgenes y que no los ponemos en el medio porque arruinan la foto.

Jesús pone al paralítico en medio desafiando las normas sociales de su tiempo. Trastoca los valores y prioriza a la persona que está apartada y marginada. Se trata de decir y hacer presente que el Reino de Dios está aquí y que cambia la vida de las personas.

Normalmente miramos lo que nos ponen en medio y dejamos de mirar allá donde creemos que debemos de mirar. La prisa, el estrés, la misma dejadez hacen que nos olvidemos de aquellas personas que son las primeras en el Reino de Dios. ¿Hoy a quién pondrías en medio?

Lecturas 6 de septiembre. Domingo XXIII tiempo ordinario.

Sabemos que vivimos en una sociedad que apunta al individualismo.En la velocidad que vivimos hemos constatado que nuestros vínculos con otros se han hecho más frágiles, por ejemplo en la pareja, familia y política/ciudadanía. Este proceso implica por una parte una solidaridad menos estructurada a la vez que paradójicamente requiere más solidaridad.

Jesús nos habla de la corresponsabilidad de los unos con los otros y nos invita a fortalecer nuestros vínculos a través de la vida comunitaria. Ese fortalecimiento parte de la experiencia compartida de la fe y de la vida, y en algún modo la Iglesia tendría que ser ejemplo en este ámbito.

Ser, vivir con otros en uno de nuestros grandes aprendizajes y retos en la vida. El COVID-19 nos ha mostrado por una parte lo juntos que estamos (a veces para contagiarnos) y por otra parte nos ha enseñado lo frágiles que somos. El COVID-19 es una oportunidad para pensar y aprender a cómo profundizar en nuestra dimensión comunitaria.

Lecturas 5 de septiembre. Sábado XXII tiempo ordinario.

Una parte del ser joven es explorar más allá de lo que está permitido. Se trata de cruzar las fronteras de lo socialmente establecido para ir abriendo horizontes nuevos. Toda sociedad tiene un aparato normativo más o menos explícito que regula la convivencia.

Jesús y los suyos son unos trangresores, rompen la norma del sábado que da identidad a la comunidad judía y esa ruptura genera escándalo. Lo interesante de Jesús es que esas transgresiones se fundamentan en su experiencia profunda y personal de Dios.

La imagen social de los creyentes a veces es la de corderitos normalizados en la sociedad. Y probablemente vivir el Evangelio nos hace ir más allá de las fronteras que encierran la injusticia y la inhumanidad. Ya lo dijo el Papa a los jóvenes: Armen lío.

Lecturas 4 de septiembre. Viernes XXII tiempo ordinario.

En esta parte de la cristiandad hemos vivido un espíritu de cierto rigorismo con una religiosidad que era la oposición frontal al placer. Me temo que ese rigorismo se ha secularizado, y se mantiene en cuanto a la relación con el cuerpo, la ortodoxia médica, el mundo del trabajo y lo que algunos llaman sujeto de autorrendimiento.

Los interlocutores de Jesús le confrontan que coman y beban, en el fondo le confrontan la libertad con que lo hacen. De hecho son un modo de proceder de Jesús y los suyos, la libertad en cuando al sábado y normas de pureza que anquilosaban la vida de muchos.

Vivimos tiempos que son totalmente nuevos y para adaptarnos tenemos que ir tomando odres nuevos. Nuestra estructura personal, nuestro modo de pensar, nuestro modo de hacer también tiene que renovarse, no para seguir con otras cadenas, sino para liberarnos de las cadenas que atan el Reino en nuestras vidas.

Lecturas 3 de septiembre. Jueves XXII tiempo ordinario.

¡Cuánto nos cuesta hacer lo que nos dicen! Baja la basura, haz los deberes, adelgaza, vete a la cama, ordena la habitación, haz este recado, trabaja menos, haz ejercicio, tómate un café,… Sospecho que son cosas que nos han dicho alguna vez en la vida y que con mucho cuidado no lo hemos hecho.

El pasaje de hoy es de los vocacionales donde hay un pequeño proceso desde el ver a Jesús a dejarlo todo por seguirle. Y en medio y fundamental está poner a la obra lo que nos dice (a ellos les dijo que echaran las redes). Se trata de confiar, de tener fe en esa palabra de Jesús que es buena noticia para nosotros.

Hoy puede ser una invitación para descubrir los bloqueos que tenemos para no ponernos a la obra, aquello que nos impide vivir el Evangelio, aquello que nos bloquea ya sea por miedo, por inconsciencia, por pereza,… Pero es más fácil de lo que parece (o no), sólo hay que ponerse a ello,

Lecturas 2 de septiembre. Miércoles XXII tiempo ordinario.

En tiempos del American First y donde la pandemia hace que busquemos la salvación (vacunas) antes que los demás es cuando nos podrías dar cuenta de lo equivocados que estamos, a pesar de lo cual perseveramos en el error.

Aquellos que están con Jesús están encantados y quieren retenerlo como sea. Tener a alguien que cura, que echa demonios, que anuncia cosas buenas es un tesoro que no hay que perder. Por eso Jesús tiene que romper esa tendencia exclusivista que tenemos y afirmar que su misión es para todos los pueblos.

Entender que nos podemos salvar solos es una estupidez contrastada por toda evidencia. Creer que los míos se vacunen antes que otros, significará solo eso, que se vacunen antes, pero que no se libran por ello del COVID. El mundo está interconectado, estamos conectados a otros pueblos, estamos conectados a la naturaleza, estamos conectados a los demás, y todo intento de obviar esa conexión es obviar nuestra realidad.

Lecturas 1 de septiembre. Martes XXII tiempo ordinario.

En ámbitos creyentes hay una expresión que se usa mucho y que dice: «lo que Dios quiera». No sé si nos hemos detenido a pensar en serio qué es lo que Dios quiere de nosotros, pero tengo la misma duda de si pensamos qué es lo que quieren otros de nosotros.

Jesús ya está en faena y hoy lo encontramos expulsando demonios. Es uno de ellos el que le pregunta a Jesús ¿qué quieres de nosotros? Los demonios son un personaje interesante porque cuando hablan con Jesús, son quienes le reconocen su poder y nos dan pistas de su identidad. Pero el pobre demonio tendrá que buscarse la vida por otro lado.

En la vida al final hay como dos grandes ejes en los que se agrupan los otros que quieren de nosotros. Por un lado los que quieren algo de nosotros, nuestra belleza, trabajo, capacidades,…, es decir los que quieren utilizarnos. Y por otro lado están los que nos quieren tal cual somos. Lo interesante es también saber qué queremos nosotros de nosotros mismos.