3 de septiembre, Domingo XXII, tiempo ordinario
Nuestros modos de vida dependen de una lógica, de un modo de pensar que nos ayuda a afrontar los retos de la vida . Esa lógica nos ayuda a decidir y el asunto es ver si lo que solemos decidir es acertado o no.
Jesus se enfada con Pedro, porque piensa como los hombres, no está en la lógica del Evangelio. El horizonte del Evangelio es el servicio, la entrega, es perder el mundo para ganar el alma y no al revés.
¿Cómo pensamos nosotros? nuestra capacidad de ser influenciados por los hombres, por nuestro contexto es infinita. todos tenemos el reto de ser críticos con nuestros modos de pensar y valorar hacia dónde nos llevan. Feliz domingo.