Que todos sean uno

12 de junio, Jueves de la X semana del tiempo ordinario Nuestro Señor Jesucristo, sumo y eterno Sacerdote

Vivimos tiempos fragmentados, donde la polarización se cuela incluso en los espacios más íntimos. En lo político, lo digital o lo afectivo, cuesta mantenernos unidos sin uniformarnos ni dividirnos. La desconfianza y el ruido parecen ganar terreno a eso de vivir juntos.

Este texto nos recuerda que la verdadera unidad no se impone desde fuera, sino que nace de vínculos hondos. Ser uno no es pensar igual, sino compartir una misma raíz: la verdad, la palabra, el amor que se transmite. La unidad verdadera convence porque se encarna en personas concretas.

Tratemos de cuidar esos lazos que nos unen en lo profundo. Caminemos atentos a quienes nos sostienen, nos inspiran y nos quieren. Y trabajemos para que nuestra vida sea también testimonio de comunión verdadera. Feliz jueves.

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