Lecturas 27 de abril, Martes 3ª semana de Pascua
Hay una sensación que se suele dar que es la del título, recomerse por dentro, y es como lo expresa el autor de Hechos, como momento previo al martirio de Esteban. Cuando estamos así, es cuando no estamos ni aquí ni allí, es cuando estamos insatesfechos, inquietos, frustrados, enfadados, desesperanzados,… dicho en ignaciano estaríamos en desolación.
El problema es qué hacemos con esta desolación cuando nos vemos en ella. Hay gente que echa la culpa a cualquier prójimo, ya sea cercano o lejano, pero enfadándose con otro avanza poco. Pongo especial atención en aquellos que se conviertes en haters en las redes sociales y se dedican a difundir la mentira y el mar rollo por doquier, se hace viral con efectos perversos en el ánimo colectivo.
Podemos aprender de Jesús, en sus constantes desencuentros con las autoridades judías, o de Esteban y los primeros cristianos, que con su vida, con su capacidad de reconciliación son capaces de enseñarnos caminos nuevos al desánimo y frustración en difíciles condiciones. Ignacio al que está en desolación el primer consejo que le da, es que luche contra ella, que no se deje llevar por la misma, que persevere en las decisiones tomadas y que se esfuerce más en hacer las cosas bien. Pues eso, mucho ánimo que como dice la canción sanferminera, ya falta menos para San Fermín.
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