Dime cómo innovas y te diré lo que comes

Por Jon Mikel Zabala

Este curso académico he tenido la suerte de hacer doblete con mi asignatura favorita, ¡¡¡el taller de innovación y ecosistemas!!! Sí,de septiembre a diciembre pude trabajar con lxs 19G (puedes leer el post resumen aquí), y de febrero a mayo he podido crecer conjuntamente con lxs 20G. Este curso con lxs 20G representaba todo un reto para mi porque no sabía cómo podría funcionar el taller. El motivo es que, en esta ocasión, el taller de innovación y ecosistemas está incluido en el primer año de lxs 20G en la Universidad. Hasta ahora, lxs alumnxs con los que he trabajado en el taller eran de segundo o de tercer curso, por lo que ya conocían el entorno universitario, y sabían cómo nos las gastamos en iNNoVaNDiS, pero lxs 20G conocían de nosotrxs casi lo mismo que yo sé sobre reguetón. 

Ya sabéis que en iNNoVaNDiS nos van las emociones fuertes, así que por si no fuera suficiente con empezar en iNNoVaNDiS en primero, les planteamos un reto de esos que cuando te los planteas dices….

En esta ocasión el reto venía planteado por BCC Innovation, el centro tecnológico del Basque Culinary Center, con quienes estamos trabajando desde hace unos años. Las caras de lxs 20G el día que les planteamos el reto eran un poema. Como solemos decir por aquí, lxs 20G tenían dos opciones: o pensar que era imposible y no mojarse, o hacer todo lo posible para lograr dar una respuesta al reto. Creo que ya puedes adivinar la opción que eligieron (o que les hicimos elegir, como cuando os dábamos las pastillas rojas y azules). Si estás leyendo esto y reconoces las pastillas de Matrix, eres un viejoven. Si lo estás leyendo y no sabes de lo que estoy hablando… entonces tenemos que hablar.

Como es habitual en el taller, visitamos un montón de empresas, incubadoras, aceleradoras y start-ups dispuestas a enseñarnos todo sobre innovación. Aprendimos que esto de la innovación no va de tener ideas (que también), sino de debatir, de leer, de desarrollar, testear, evaluar e iterar. Que para esto hacen falta mentores, fondos (¡pasta, pasta!), un equipo y mucha, pero mucha, pasión para ser capaz de hacer ver a otras personas el valor de tu propuesta. Ahora cuando alguien nos llama por la calle con el tradicional “pshhh… pssshh” yo ya no oigo una llamada, sino que veo a gente diciendo que quieren pitchear.

Y así, entre visitas, debates y charlas llegamos al final del cuatrimestre, y al día de la grand final, donde lxs 20G tenían que presentar sus propuestas al reto planteado delante de las personas del BCC. ¡Casi na pal body! Dale.

Una de las conclusiones a las que he llegado tras este cuatrimestre es que lxs 20G son unxs valientes, y han crecido exponencialmente en estos 4 meses. Como sigan creciendo así vamos a tener que cambiar los marcos de las puertas del campus. Siempre querían más, y el 20 de mayo, cuando presentaron sus respuestas al reto que nos plantearon desde BCC, los resultados fueron brillantes, sobre todo, teniendo en cuenta que son alumnxs de primer año, y por tanto, no tenían experiencia previa en esto de enfrentarse a retos reales, de personas reales, en organizaciones reales, y con presupuestos reales. 

Aún queda mucho camino por recorrer con ellxs, soy totalmente consciente de ello. He de decir, sin embargo, que más allá del aprendizaje (individual y colectivo) y tras escuchar las reflexiones de lxs 20G creo que lo mejor que hemos logrado con esta generación ha sido la de enchufarles, con la innovación y el emprendimiento, con el colectivo, y con la familia iNNoVaNDiS. Empezamos con 21 personas que casi no se conocían, y terminamos con un equipo que se apoya, aprende y se divierte. Así que, si tú también quieres vivir experiencias únicas, aprender de verdad y hacer amigxs para toda la vida, te esperamos. Te anticipo que será una locura, que pasarás de estar de subidón a estar de bajona en 1 minuto, pero también será la mejor aventura de tu vida.

En caso de duda, consulte con lxs 20G.

Puedes seguirme en Twitter: @jonmizabala