17 de junio, Martes de la XI semana del tiempo ordinario
Vivimos tiempos de tal polarización, que hasta el desacuerdo se convierte con frecuencia en desprecio. En redes sociales, en política, incluso en familia, crece la tentación de dividir el mundo entre “los míos” y “los otros”. Pero los muros que construimos por fuera acaban endureciéndonos por dentro.
Jesús nos invita a romper ese ciclo con una audacia desconcertante. Nos invita a amar también a quien nos hiere, no por ingenuidad, sino por decisión. Amar más allá del interés o la simpatía es el camino hacia una humanidad más plena.
Necesitamos cultivar gestos que desarmen la hostilidad cotidiana. Busquemos comprender antes que acusar, tender puentes donde otros ven grietas. Hagamos del respeto un hábito y del cuidado una forma de vivir en el mundo. Feliz martes.
