Hambre

22 de junio, Domingo Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo

Aunque nos suene lejano, vivimos en un mundo donde la desigualdad alimentaria sigue marcando la vida de millones, cada día vemos cómo la abundancia convive con la escasez. Por desgracia, nos acostumbramos a esta situación que es profundamente injusta y violenta.

El relato del Evangelio nos recuerda que lo poco compartido, en comunidad, puede convertirse en mucho. “Dadles vosotros de comer” no es solo una orden, sino una llamada a asumir responsabilidad. Jesús no multiplica desde el cielo, sino desde la entrega y la organización de lo disponible.

Hoy podríamos imaginar qué haríamos hacer si partiéramos lo que somos y tenemos con otros. Así a lo loco podríamos dejar sitio a la posibilidad de ser cauces de algo más grande que nosotros mismos y atrevámonos a compartir incluso aquello que creemos insuficiente. feliz domingo.

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