Lecturas 17 de abril, viernes 1ª semana de Pascua
Lo inimaginable suele venir de mano del Espíritu. Pedro, un fracasado seguidor de Jesús, resulta que es capaz de hacer signos, de convocar a miles de personas y persuadir a las autoridades; algo inimaginable días antes.
Hay actitudes en nuestras vidas que resultaban en un tiempo inimaginables y luego se han dado; la boda de algún amigo, la vocación de algún otro, la orientación profesional,… Son momentos en los que hacemos click y llenos de algo,surgen de nosotros cosas increíbles.
En cristiano, lo inimaginable, lo increíble, lo inesperado suele venir de la mano del Espíritu; que a su manera nos lleva, nos empuja y nos inspira. Todo eso grande que sale de nosotros, también suele estar al servicio de los demás. Hoy lo podemos ver en todo el personal esencial que nos está ofreciendo lo mejor de sus personas haciendo pequeños grandes milagros. Sólo nos cabe imaginar lo imaginable.
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