Lecturas 19 de abril, domingo de Pascua de la Divina Misericordia
Cuando la muerte y especialmente sus números son aterradores, nuestra mirada va más allá. Empezamos a preguntarnos con fuerza y después ¿qué? Profetas, gurús, expertos, tertulianos y demás, nos dicen que todo será distinto. Pero nada será distinto si cada uno de nosotros no es capaz de nacer de nuevo. Y para ello las lecturas nos ofrecen algunas pistas:
- Jesús en medio. Necesitamos de algo que nos unifique, que sea el centro de la vida, el motor, el sentido,… Jesús lo hace poniéndose en medio de los aterrados e incrédulos discípulos, y es capaz de llenarlos de espíritu y de enviarlos a la vida de un modo nuevo.
- La comunidad. Más que nunca nos damos cuenta que necesitamos de otros. Desde el personal sanitario, seguridad, transporte, alimentación,… nuestra vida depende de otros y hace que conformemos una comunidad.
- Alegría de la vida. En las primeras comunidades, la experiencia del resucitado deja alegría, a pensar de las enormes dificultades. Necesitamos de esa alegría para consolar y para dar esperanza a esta sociedad que nace de nuevo
Feliz domingo de confinamiento
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