Lecturas 23 de febrero. Martes I de Cuaresma
En una sociedad como la nuestra, donde el valor del individualismo puede ser enfermizo, la propuesta de Jesús puede sonar culturalmente ajena. La diferencia entre lo mío y lo nuestro puede llegar a ser abismal, pero en ello nos jugamos la vida. En la pandemia se ha visto con claridad el descubrir la importancia de lo nuestro frente a lo mío.
Jesús en su oración (frente a la palabrería) nos muestra a Dios como Padre. Es un padre de todos nosotros, de justos y de pecadores, de hombres y de mujeres, de blancos y de negros,de niños y de mayores. Se trata del Padre que da la vida por los suyos a quienes sueña como gran familia.
¿Quién se preocupa de lo nuestro, de lo común? Necesitamos generar una cultura del cuidado mutuo, donde los vulnerables, los frágiles sean atendidos y cuidados en lugar de abandonados. Necesitamos una cultura en la que la naturaleza sea un espacio común y a cuidar en lugar de mera explotación. Necesitamos rezar mucho para que la oración de Jesús se vaya haciendo nuestra oración. Feliz martes.