¿ES POSIBLE VIVIR SIN PLÁSTICO?
El 15 de septiembre de 2020, el primer día del taller de nuevo lenguaje de la innovación, se nos presentó el reto al que nos debíamos enfrentar: “Vivir sin consumir ni utilizar ningún plástico”. Desde ese día hasta diciembre de 2020, cuatro meses!!! Al principio nos parecía una propuesta imposible, pero teníamos la motivación de transformar y concienciar a la sociedad sobre la importancia de luchar contra la crisis climática y reducir nuestra huella ecológica. Por lo que ese mismo día nuestra mente hizo un “clic” y empezamos como locos buscando alternativas a los productos que conllevan consumir plástico.
Antes de analizar las alternativas que existían, comprendimos que era importante observar nuestra basura y nuestros hábitos para tomar conciencia y ver los desechos que estábamos generando. A raíz de esta observación personal nos dimos cuenta de la importancia del zero waste. Nos informamos del proceso de reutilización y transformación del plástico y reparamos que hoy en día las cadenas de reciclaje aún no son 100% eficientes. Frente a esto, vimos que en algunos países existe la posibilidad de depositar botellas de plástico en máquinas que te devuelven algún céntimo por ello, y decidimos contactar con el gerente del grupo UVESCO, Borja Fernández. Nuestro propósito era saber por qué no hay sistemas de depósito, devolución y retorno (SDDR) de envases de plástico en nuestro país y conocer la viabilidad de instalarlos. Después de responder a las anteriores preguntas y de analizar con detalle varias informaciones en las que se explicaban lo que implicaba la puesta en marcha de SDDR-s, nos dimos cuenta de que estas máquinas no solucionaban el problema del reciclaje, y que el sistema no era tan bonito como lo imaginábamos.
Volvimos a la observación personal de la basura generada, empezamos a identificar los productos que más residuos generaban y a sustituirlos por alternativas sin plástico. Entre éstas, destacaban los plásticos asociados a la compra: bolsas, frutas envasadas, yogures, galletas envasadas, productos de limpieza e higiene… Por lo que empezamos a ir al super con bolsas de tela, evitar comprar fruta o galletas que venían envasadas en plástico y comprar yogures de cristal. No fue un cambio costoso, ya que todo es coger el hábito. Pero queremos subrayar la importancia de empezar con cambios sencillos, cambios que podamos mantener a lo largo del tiempo para aumentar así la efectividad del cambio. Durante estos meses hemos aprendido que hay que ser realistas a la hora de ponerse retos y adaptar los cambios a tu estilo de vida, porque si no el cambio no va a ser sostenible. Si nos apresuramos, el proceso de adaptación no tendría el mismo impacto y no sería duradero a largo plazo.
Partiendo de estos cambios en nuestros hábitos de consumo, intentamos ir más allá y enfocarnos en el objetivo real: reducir el consumo de plástico. En consecuencia, empezamos a evitar también los envases de los macarrones, lentejas… y comprarlos a granel. También vimos la oferta que había de productos de limpieza a granel, y empezamos a utilizar jabones sólidos para la higiene. Nos dimos cuenta de que la pasta de dientes que utilizamos en nuestro día a día viene en envase de plástico, por lo que intentamos buscar alternativas y encontramos una pasta de dientes en barra de Carbón Activo, así como cepillos de dientes de bambú. No llegamos a comprar dichos productos ya que teníamos en casa material para la higiene bucal, y no hay cosa más sostenible que utilizar aquello que ya has comprado y que tienes en casa. Pero sin duda, probaremos estos productos la próxima vez que los tengamos que adquirir. A modo de reflexión, podemos decir que no precisamos de excesivo tiempo en encontrar alternativas sostenibles a estos productos. Tan sólo nos requirió informarnos sobre alternativas de consumo que ya existen.
Pasado un tiempo, nos dimos cuenta de que es difícil renunciar a ciertas cosas. Por ejemplo, si compras un champú sólido y no te gusta cómo funciona, es difícil convencerse a uno mismo de que debes sustituir dicho producto por otro porque ese cambio beneficia al planeta. Por eso, creemos que en este reto un gran componente es la autocompasión, tratar de quitar esa voz en tu cabeza que dice debo hacer esto, debo hacer lo otro… Es importante reducir los residuos que generamos en el planeta, pero no se trata de ser perfectos. Se trata de poner entusiasmo y esfuerzo en aquello que intentas cambiar. Vivir con pasión, y compasión.
Aparte de lo expuesto con anterioridad, creemos que una opción razonable para generar cero residuos es la de optar por productos ecológicos y de proximidad, y así hemos intentado hacer durante estos meses. Cabe destacar también el cambio que hemos realizado en el consumo en relación al café. Como ya sabéis, los envases de un sólo uso no representan la opción más sostenible, por lo que sería deseable evitarlos. Por ello, hemos optado por comprar cápsulas compostables para la cafetera. Creemos importante concienciar a la gente en torno a este tipo de plástico de usar y tirar, y es por eso que colaboraremos con Impact Hub Donostia en el proyecto de Kikara. Si mucha gente dejamos de consumir esos envases de plástico, el cambio puede ser gigante. Piénsalo, ¿cuántos cafés te tomas al día? ¿Y cuántos de ellos lo haces en envases de un solo uso? Ahora, multiplícalos por el número de días al año. Impresiona, ¿verdad? Ese es TU desecho, y está en TU mano poder reducirlo o eliminarlo. Toda participación es importante, como llevamos diciendo durante estos meses: “Todo el mundo puede crear el cambio aportando su granito de arena”.
En estos meses intentando hacer el reto de zero waste, nos hemos dado cuenta que es imposible crear cero residuos. Vivimos en un mundo donde todavía hay muchas cosas por cambiar, y es por ello que hemos adaptado el reto a “low waste”. En el día a día, empezando por la ropa que vestimos, inconscientemente generamos residuos. Pero nos hemos percatado que hay una oferta muy amplia para ser un poco mejores y reducir nuestra huella:
- “Cero Residuo” ofrece productos sin plástico para el higiene personal, el hogar, productos de papelería y accesorios.
- “Rebellum Store” ofrece jabones, champú, compresas, desodorantes, productos de cuidado dental, productos de cocina… que son zero waste.
- Podemos comprar accesorios y material de oficina en Ekomodo .
- Ropa y calzado en: Bask, Ternua, Heria, Emaus, Ecoalf, Royo, Veja…
Estas son alternativas que proponemos aquí, y que son accesibles para todo el mundo. Aún así, nos gustaría hacer especial mención a los negocios locales. De este modo también apoyamos al comercio local y ayudamos a que estos establecimientos sigan prosperando.
Por último, nos queda decir que es importante pensar en comunidad y no sólo individualmente para generar el cambio. Es por eso que llevamos a cabo una recogida de basura en la playa Zurriola junto a Deusto Emprende, y aprendimos que un pequeño gesto vale más que mil palabras. Cuanta más gente se quiera unir a este cambio positivo, más impacto tendrá para el futuro del planeta, de los animales y de las futuras generaciones, sí, de las tuyas también. De nuestras acciones y de nuestra voluntad y capacidad de sacrificio dependerá el futuro que tengamos frente a la crisis climática que se nos viene encima. Sí, a ti también.
Te animamos a llevar a cabo el reto “cero residuos” y a compartir con nosotros lo aprendido a través de nuestro instagram @donostisostenible.
¡Únete al cambio!
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Por supuesto que es posible vivir sin plástico. Creo que cada acción suma como cuando decían con el agua que un océano está compuesto por gotas de agua. Lo más inteligente es generar cero residuos e intentar comprar productos de proximidad.
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Sin duda es posible un cambio de mentalidad empezando por uno mismo y su hábitos del día a día
Es posible y deberíamos hacerlo…
Es posible y deberíamos hacerlo
Ya no deberíamos ni plantearnos esto, no es que sea posibl o no e sino que es necesario.
It is not a matter of whether it is possible or not, but rather of necessity, that we should no longer even consider this.
Your article is evidence of your diligence and prior experience in the field. Thank you for your generous contribution.