Fui feliz y no lo sabía

Paula Díaz Tejedor

El otro día, mientras compartía un café con un viejo amigo y escuchaba sus idas y venidas a lo largo de los cuatro años universitarios, entre mascarilla y reflexiones me dijo que se había dado cuenta de lo feliz que era. Feliz gracias a la trayectoria que había recorrido y a las personas que le habían acompañado en el camino. Gracias por conseguir que me fuera a casa con el “run-run” en la cabeza; irremediablemente cerrar etapas y escuchar como otrxs las van cerrando también se puede volver un ejercicio que abre la caja de pandora de cada unx de nosotrxs.

Hace ya dos meses que se ha acabado y todavía no vislumbro la velocidad a la que han pasado tres años. Hace dos meses, defendía, junto con un EQUIPAZO, nuestro proyecto final. Y ahora, me encuentro divagando sobre distintas opciones de cara al futuro que me llenen tanto como la que tomé en 2017. “Ama, yo voy a estudiar Comunicación + Innovación y Emprendimiento en la Universidad de Deusto”. Esa era mi certeza a los 18 años. ¿Cuáles son mis certezas a los 22 años? Que no podría haber elegido mejor.

iNNoVaNDiS ha sido, y creo que siempre será, ese espacio en el que poder ser una misma, un espacio en el que lo no convencional siempre tiene cabida, un lugar de encuentro y desencuentro con personas que piensan de forma diferente, que te pueden hacer sentir incómoda para generar una reacción y que, a su vez, te hacen sentir como en casa. 

Soy 15G, bueno, corrijo, somos 15G. Compañerxs de retos, dificultades, ilusiones y trabajo. Una generación de ocho mentes inquietas que se conocieron entre las paredes de Tokiski y que ahora son parte fundamental de mi etapa vital universitaria. Somos la generación de los entregables que apelan a la emocionalidad y la experiencia del cliente final, equipo. Desde pedazos de nuestras playas en tarritos de cristal, hasta mapas de ciudades, puzles de maravillas, packs de bienvenida o podcasts épicos. Creímos en todas y cada una de nuestras locuras, y juntxs, las sacamos adelante. Gracias por poner sobre los palés de Tokiski presupuestos, finanzas, lenguaje económico, paciencia, pasión y vuestra propia esencia. Aprender de vosotrxs ha sido un verdadero placer.

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Mentiría si dijera que estos tres años han sido un camino de rosas. El inconformismo, perfeccionismo y miedo a caer, siempre han sido mi talón de Aquiles, y sin el equipo de profesionales que hay tras cada uno de los talleres, nunca hubiera aprendido a gestionarlo (todavía sigo en esta carrera de fondo). Creo en el valor de generar siempre un impacto positivo en nuestro entorno, en saber escoger las palabras justas para definir los intangibles que hay en nuestras cabezas. Creo en el aprendizaje de caer ante un cliente, sentirte vulnerable y recomponerte. Creo en el rigor y los contrastes, así como en la curiosidad como tractor de un proyecto. Creo en mí misma. Y todo esto es gracias a lxs profesionales que me han acompañado en este proceso de transformación.

Parece que me estoy despidiendo de iNNoVaNDiS, pero es ahora cuando más consciente soy de que una vez que formas parte de esta familia, siempre tienes tu huequito. Como el que me ha hecho siempre Ruth Aristondo a quien no quiero llamar únicamente Sensei, porque la considero apoyo fundamental en todo este proceso vivido. Siempre paciente y oyente de cada dilema, duda o alegría. Siempre presente como referente personal y profesional. Esto es un sincero gracias. 

El titular de mi verano de 2020 empieza con “Las mejores” y acaba con “prácticas de mi vida”. Breaking Molds apostó por mis locuras, posibilitó ideas, enseñó metodologías, escuchó opiniones y potenció mi creatividad. Habéis sido la oportunidad mejor aprovechada de estos años, y ha sido así, gracias a vuestra confianza en mí, y a las herramientas adquiridas en todo el título.

Si volviera a mis 18 años, y tuviera que elegir de nuevo, volvería a escribir una carta de motivación y pasaría por cien entrevistas más para formar parte de iNNoVaNDiS. Porque estos tres años he sido muy feliz y, además, soy consciente de ello.