¿Plomo? No gracias

Asun Ibáñez, Directora Académica de iNNoVaNDiS (Título Propio de Especialización en Innovación y Emprendimiento)

Mirada A: Finalizamos semestre. Se acabó. Cerramos etapa.
Mirada B: Comenzamos semestre. Seguimos avanzando. Abrimos camino.

Charles Schulz explicaría esta doble manera de ver la misma realidad haciendo que sus personajes hablasen: “Un día nos vamos a morir, Snoopy. Cierto, Charly, pero los otros días no”

¡Qué grande Snoopy! En este impasse entre semestres, en el que no tenemos la presión de las clases, a lxs docentes nos da más tiempo a leer y escribir. Así que, voy a compartir contigo, como fin o comienzo de semestre, como prefieras, unas lecturas muy interesantes sobre cómo obtener mejores calificaciones. Te dejo cada idea junto a su link correspondiente por si quieres seguir profundizando en el tema. Ya sabes, lo que viene siendo “tirar del hilo”. Y, si no las pusiste en práctica durante el semestre que acaba, tal vez este segundo semestre, que comienza ahora, sea un buen momento:

1. Siéntate en las primeras filas,
2. no tengas las presentaciones antes de clase, 
3. estudia en soporte físico, 
4. no uses el portátil (menos aún el smartphone) en clase ni para tomar apuntes,
5. acude a todas las sesiones formativas o, cuando menos, sé consciente de que lo que estás haciendo es para aprender y no para tener un título. 
6. Y, sobre todo,… estudia, estudia y estudia mucho. Y es que, como decía Erwin Rommel, “Un comandante puede lo que sabe”.

Javier Martínez Aldanondo te explica muy claro este último consejo: “Solo puedes hacer aquello que sabes. O, al revés, no puedes hacer aquello que no sabes. Tu vida depende del conocimiento que tienes y también del que no tienes. Y dado que cuando naciste no sabías nada, eso demuestra que aprender tiene un impacto decisivo. Tener conocimiento te permite ser y hacer cosas y no tenerlo te lo impide” [… ] Lo que “separa la situación actual (lo que somos hoy) de ese futuro (lo que anhelamos ser), es casi siempre una brecha de conocimiento: lo que nos falta para obtener determinados resultados en los próximos meses o años son conocimientos que actualmente no tenemos y necesitamos adquirir porque de lo contrario no lograremos el objetivo”.

Yo iría aún más allá de estos prácticos consejos y te recordaría que esta etapa de estudiante en la que estás debe tener un propósito para ti (como todo en la vida). ¿Te lo has planteado? ¿Para qué estás aquí? Sí, sí, vuelve a leer… no “por qué estás aquí” sino “para qué”. Vale, tú lo tienes claro, ¿y tus compañerxs? ¿Estás trabajando en grupo con ellxs y no os habéis planteado, como equipo, cuál es vuestro propósito? ¿Sabes siquiera si tenéis todoxs el mismo? ¿Todxs queréis aprender? ¿Con aprobar os basta? ¿Vais a por matrícula? ¿No lo sabes? Pues es un buen momento para que hagáis esta reflexión grupal y, si fuese necesario, cambiéis el grupo y os unáis personas con un mismo propósito. Es más fácil llegar a buen puerto cuando todxs remamos en la misma dirección y no con dos remando (uno para cada lado) y otrx queriendo saltar de la barca, gritando “sálvese quien pueda”. Necesitáis tener todxs lxs miembros del equipo un objetivo común.

Y, por último, ya que estás aquí, disfruta del camino. Como decía Yehuda Berg: “cuando decides disfrutar del proceso, tu felicidad ya no depende del resultado”.

Yo clasifico a las personas en dos tipos: quienes dan energía y quienes la quitan (lxs vampirxs de energía), otrxs los dividen entre quienes generan buen rollo y quienes generan mal rollo. O, como me dijo Itziar Navarro “personas-corcho” y “personas-plomo”, haciendo el símil de quién se tiene que agarrar a alguien cuando se está ahogando.

Este semestre, si ves a alguien ahogarse sé corcho y, si eres tú quien se está ahogando, ni se te ocurra agarrarte a un plomo…