30 de junio, Lunes de la XIII semana del tiempo ordinario
En un mundo marcado por la movilidad constante y la búsqueda de estabilidad, muchas personas anhelan un lugar seguro donde descansar. Pero también crece el deseo de experiencias que nos saquen de lo cómodo, que nos reten a vivir más allá de lo previsto.
El texto propone una fidelidad que no espera condiciones favorables ni permisos previos. Jesús no ofrece certezas materiales, sino una llamada radical a estar disponibles, aquí y ahora. El seguimiento se convierte así en un gesto de confianza plena y de desprendimiento real.
Hoy podríamos preguntarnos por las prioridades que guían nuestros pasos y qué estamos dispuestos a dejar atrás. Se trata de poner nombre a las resistencias que nos impiden cruzar a la otra orilla. Hay veces que lo verdaderamente importante no espera. Feliz lunes.
