1 de mayo, Jueves II de Pascua
Vivimos tiempos en que abundan voces, opiniones y mensajes de toda clase y colores donde resulta difícil distinguir lo verdadero de lo superficial. Las redes nos empujan a quedarnos en lo inmediato, en lo aparente y en lo espectacular, frente a la profundidad.
El Evangelio nos recuerda que Jesús no es solo un maestro más. Jesús viene del cielo y habla desde la experiencia del Padre. Su palabra no se agota en lo terrenal, sino que abre el horizonte de la vida a algo más de lo que vemos.
En este día en que, como sociedad, recordamos a los trabajadores, podemos profundizar un poco más. Podemos sumarnos a la causa de la gran familia humana y los retos que tiene para vivir en justicia, para vivir en paz y para vivir en solidaridad. Feliz jueves.
