28 de junio, Sábado. Inmaculado Corazón de María
En tiempos donde todo se comparte al instante y se opina sin pausa, cuesta encontrar espacios para guardar en silencio lo que no entendemos del todo. Vivimos apresurados por comprender y explicar, como si todo debiera tener respuesta inmediata. Sin embargo, hay experiencias que solo maduran cuando se dejan reposar dentro.
El Evangelio nos presenta a María sin comprender del todo lo que está ocurriendo con su hijo, pero guardando esas vivencias en su corazón. No desde la lógica, sino desde una sabiduría más honda, que sabe esperar. Esa actitud de custodiar lo vivido sin exigir certezas es también un modo profundo de amar.
Quizá sea tiempo de aprender a acoger lo que no entendemos, a dar espacio a lo que aún no tiene forma. Aprendamos a habitar las preguntas sin querer resolverlas de inmediato. Guardar en el corazón puede ser hoy un gesto revolucionario. Feliz sábado.
