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Lecturas 1 de diciembre . Miércoles. Semana I tiempo adviento

A los niños, cuando se les da algo se les suele preguntar ¿Qué se dice? y entonces la criatura con mejor o peor gana dice gracias. Gracias es la palabra que alude a la magia, al milagro del compartir; y vivirse agradecido o no, ciertamente no es lo mismo.

La acción de gracias de Jesús se convierte en un elemento clave de la escena del Evangelio. Aparece el agradecimiento en el momento clave del milagro y alude precisamente a la acción del Padre para nutrir el banquete compartido. Y entonces, pasamos de estar fijándonos en las personas enfermas y necesitadas a una comunidad que reparte sus bienes y queda saciada.

Vivirnos saciados ya gradecidos puede ser una actitud interesante en relación al cuidado de la casa de común. Es contrario a la dinámica consumista que nos ha entrado en los huesos y nos ayuda a vivir sobriamente felices. El reto de hoy sería agradecer, agradecer y agradecer. Feliz miércoles.

Lecturas 30 de noviembre. Martes . Semana I tiempo adviento

Hay quien dice que vivimos en la sociedad de la inmediatez; tienes un dolor, solución toma una pastilla; tienes una duda, pregunta a google; quieres éxito, lo quiero ya,…. Hay cosas que van muy bien, pero para otras parece que se nos olvida que necesitamos hacer procesos.

El Evangelio subraya la inmediatez de la respuesta de los discípulos a la invitación de Jesús. Dejaron inmediatamente lo que estaban haciendo y le siguen. Me da la impresión que es un inmediatamente más teológico que cronológico.

En la medida que podemos hacer cosas más rápidas haces muchas más cosas y tenemos menos tiempo, y eso nos va mermando la paciencia. Lo de Jesús es algo que lleva tiempo, el amor lleva tiempo y uno mismo también necesita tiempo. ¿Serías capaz de esperar ese tiempo? Entre tanto a entrenarse con el Adviento en el que trabajamos la esperanza. Feliz martes.

Lecturas 29 de noviembre. Lunes . Semana I tiempo adviento

Vivimos en un mundo en el que la gente se mueve de un sitio a otro y siempre porque cree que va a vivir mejor que donde está. Hay gente que huye de la guerra, del hambre de la desesperanza, por vivir según sus creencias,… hay muchos motivos. Pero nos encontramos como siempre con las fronteras que lo impiden o al menos lo dificultan mucho.

Jesús habla a un pueblo bastante cerrado en su identidad. Lo religioso que era base de la identidad, impedía creer que fuera de Israel hubiera fe y por tanto salvación. Algo parecido ha pasado con la Iglesia, al afirmar «extra ecclesiam nulla salus» (fuera de la Iglesia no hay salvación). Pero la realidad se empeña en mostrarnos signos de salvación en uno y en otro lugar del mundo y de las creencias religiosas.

La invitación de hoy es a abrir las barreras de mis fronteras. Con el clásico «open your mind» se trata de descubrir en lugares y personas nuevas los signos de Reino que de ellas nos vienen. Feliz lunes.

Lecturas 27 de noviembre. Domingo. Semana I tiempo adviento

Ya estamos a las puertas de Navidades (faltan 26 días) y parece que hay que prepararse ante lo que nos viene. Parece que hay que hacer una planificación de eventos, comidas, regalos, decoraciones,… que sólo pensarlo agota.

El Evangelio de hoy nos recuerda que esto de la Salvación no depende de uno. Que necesitamos fuerzas de Aquel que nos las puede dar y se nos sugiere que pidamos fuerza para aguantar las dificultades. Nadie nos dijo que esto de Jesús fuera fácil.

¿Para qué quiero fuerza de Dios? Creo que necesitamos fuerza en forma de sabiduría para que no nos distraigamos, que nos preparemos a la venida de Jesús y no a la del Corte Inglés. Necesitamos fuerza para parar, para buscar dentro y fuera de nosotros y ver cómo el Reino nace en fragilidad cada día. Necesitamos fuerza para acompañarnos y ayudarnos. En definitiva necesitamos de la fuerza que es la del amor de Dios. Feliz domingo.

Lecturas 26 de noviembre. Sábado. Semana XXXIV tiempo ordinario

En esta sociedad de apariencias necesitamos estar atentos para distinguir lo que es verdad de lo que es apariencia, incluso en nuestra propia vida. Se trata de ser capaces de discernir los signos personales y los signos de los tiempos.

Hoy la liturgia termina con el tiempo ordinario, que equivale al fin del mundo. El problema es que ese fin no es un acto espectacular, sino que es una frontera muy fina que se va moviendo y que es difícil de descubrir. En ella está el Reino de Dios.

En pleno contexto de black friday, nos distraemos de la agenda que se pone por intereses comerciales y de otro tipo. Igual hoy puede ser un día para repasar mi propia agenda, ¿qué he de hacer en favor del Reino? Y para ello conviene estar despiertos.

Lecturas 25de noviembre. Viernes . Semana XXXIV tiempo ordinario

En tiempos en que todo pasa a una velocidad de vértigo nos surge por aquello que permanece. A lo largo del día oímos y leemos infinitas palabras, vemos infinitas imágenes, pero al final del día ¿con qué nos quedamos? ¿Qué es lo que nos hace crecer y se convierte en algo que nutre nuestra vida?

La propuesta de Jesús viene a quedarse. Se trata de algo que se enraíza en la vida, y en ella espera dar fruto. No es algo momentáneo, sino algo de verdad y que se convierte en auténtico pan de vida.

Ahora, cuando leas esto, trata de recordar el día de ayer. ¿Qué es aquello que quiero que se quede en mi mochila? Se trata de aprender a no ser tan olvidadizos, sino aprender a recordar para construir con aquello que me da vida. Feliz viernes.

Lecturas 25 de noviembre. Jueves. Semana XXXIV tiempo ordinario

Hay veces en las que de repente nos vemos como metidos en un agujero en la vida. La vida se ha ido cerrando en círculos cada vez más pequeños y el resultado es vernos en un agujero que nos da miedo salir pero a la vez que nos constriñe.

En el lenguaje apocalíptico que emplea Lucas, el horizonte es la liberación. Nada de vivir cabizbajos, nada de dejar que los signos y los desastres nos paralicen. El Evangelio es la libertad que nos viene de Dios y que nos ayuda a vivir con la cabeza alta.

Hoy la propuesta sería alzar la cabeza. Hacer algo que me ayude a mirar alrededor de mi agujero (más o menos grande). Se trata de empezar a vivir la liberación algo antes. Y hoy especialmente en que recordamos a las mujeres que son víctimas de violencia machista. A ellas especialmente tenemos que ayudar a levantar la cabeza. Feliz jueves a todos.

Lecturas 24 de noviembre. Miércoles. Semana XXXIV tiempo ordinario

No es extraño que a veces nos quedemos desconcertados ante algunas situaciones y nos quedemos sin palabras ni sabiduría que nos ayuden. En una realidad cambiante y compleja nos estamos nos faltan palabras para explicarla, y ciertamente nos falta sabiduría para hablar de Dios en la realidad que vivimos.

Nadie dijo que iba a ser fácil. Ser cristiano, en palabras de Jesús, no está exento de persecución, incomprensión y rechazo. El Evangelio es rechazado en contextos en los que se denuncian situaciones de poder y exclusión. Jesús no se libró de ello y sus seguidores parece que tampoco.

La invitación de hoy puede ser el tratar de poner palabras y sabiduría evangélica a lo que estamos viviendo. En un tiempo en que cada vez nos cuesta más hablar de Dios y su Reino, necesitamos como las lenguas minoritarias fortalecer el uso cotidiano del lenguaje del Reino. Feliz miércoles.

Lecturas 23 de noviembre. Martes . Semana XXXIV tiempo ordinario.

Hay demasiada gente empeñada en engañar al prójimo. Hay gente que quiere estafar algo de dinero, otros lo estafan a lo grande, otros engañan a sus pareja y lo peor es que uno se engañe a sí mismo. Así que parece difícil no estar expuestos al engaño.

Jesús nos habla de los signos de los tiempos en relación a lo que tiene que pasar. Nos plantea situaciones catastróficas, pero a pesar de todo no son el fin. Se trata de animar la espera, de mirar más allá de la apariencia porque lo del Reino vendrá a pesar de las dificultades.

Hoy podríamos mirarnos y reírnos de las veces que nos hemos engañado a nosotros mismos. Esas veces en las que por un lado creemos firmemente algo de nosotros, pero que en realidad no lo es. Se trata de reconocer que somos vulnerables hasta de nosotros mismos y tomarnos con humor y con compasión nuestra propia vida. Feliz martes.

Lecturas 22 de noviembre. Lunes . Semana XXXIV tiempo ordinario.

Un jesuita decía que la diferencia entre todo y mucho es infinita. Hoy se mide todo, desde las finanzas personales, tenemos los datos de las mediciones biomédicas, los seguros saben de nuestras cosas y en internet se sabe todo lo que hacemos. Estamos clasificados como datos y nos hemos convertido en una sociedad del big data, donde todo se mide. Por lo que me surge la pregunta de ¿qué referencias de totalidad tenemos?

La propuesta del Evangelio es de totalidad. Desde el modo en que Dios se da hasta el modo en que Jesús entrega su vida. No hay datos, no hay medida, es todo. Negociar con el Evangelio no es una opción, siempre querrá más hasta el todo; y en ese camino estamos todos, del mucho al todo.

La propuesta de hoy es que nos dejemos acariciar por el todo de Dios. Que lo acojamos en nuestro día a día y que sea Él quien nos lleve, porque solos no podemos. Feliz lunes.