9 de junio, Lunes Bienaventurada Virgen María, Madre de la Iglesia
Vivimos tiempos en los que muchos proyectos se interrumpen, las palabras quedan a medias y los sueños no terminan de nacer. Frente a tanto inacabado, buscamos aquello que llega a plenitud y que merece la pena.
«Todo está cumplido» no es el grito del que se rinde, sino la palabra de quien ha amado hasta el final. En el dolor, en la entrega, en los vínculos que cuida hasta el último aliento, Jesús revela que la vida no se mide por duración, sino por el todo que se entrega.
En lo provisional de cada día necesitamos entender que nuestra vida tiene algo de «todo está cumplido». No se trata de cantidad, sino del modo en que nos situamos en el mundo y ante los demás, donde el amor de darlo todo es la medida. Feliz lunes.
