En busca del propósito perdido

@jonmizabala

Indiana Jones es sin duda una de las sagas con las que hemos crecido muchxs de nosotrxs. Siempre me ha sentido muy cercano a la figura de Henry Jones (al que todxs conocemos como Indiana Jones). Se trata de un profesor de universidad, que desarrolla investigaciones en numerosos países del mundo, a quien le gusta leer y que es capaz de reaccionar de manera rápida y creativa para buscar soluciones a los numerosos problemas y obstáculos que le aparecen en sus expediciones. Y encima es atractivo.

Si has visto alguna de las películas de Indiana Jones, habrás observado que en todas ellas al protagonista se le encomienda una misión que hace que su expedición tenga un propósito concreto. Ese propósito evoluciona durante el film, naturalmente, pero en todo momento, Indy sabe lo que hace y para qué lo hace. Es importante destacar aquí la diferencia entre el “por qué” y el “para qué”. Indiana es arqueólogo, en parte, porque sus padres también eran científicos, y porque disfruta viajando, ya que es lo que tuvo que hacer durante dos años, cuando sus padres lo llevaron en un tour a lo largo de todo el mundo entre 1908 y 1910. Pero, ¿para qué investiga Indiana Jones? ¿Qué es lo que busca con sus expediciones? Tal vez no nos resulte posible preguntarle a Indiana Jones cuál es su propósito (a no ser que conozcáis a Steven Spielberg, a George Lucas, o a Harrison Ford), pero sí que todxs y cada unx de nosotrxs podemos preguntarnos por qué hacemos lo que hacemos y sobre todo para qué lo hacemos. 

Por ejemplo, aquellxs que me conocéis sabéis que me gusta traer a ponentes de fuera de la universidad al aula, o ir a visitar empresas durante las sesiones (siempre que el calendario lo permite). Lo hago porque al vernos a diario, lxs estudiantes dejan de prestarnos atención, porque nos tienen muy vistxs. Al traer a personas de fuera de la universidad al aula, se respira un ambiente distinto. Pero sobre todo, lo hago para que esa persona comparta algún conocimiento concreto en entornos de aprendizaje distintos al habitual, para que comprendan que lo que vemos en el aula es útil en la vida real, y hay personas y organizaciones que desarrollan su labor profesional sobre dichos conceptos, metodologías, teorías, etc. 

Esto ya nos lo recordaba nuestra querida Asun Ibáñez en un post previo, en el que compartía la importancia de operar desde el propósito. Y en el taller de Innovación y Ecosistemas que coordino dentro de iNNoVaNDiS, ésta ha sido una de las temáticas sobre la que hemos reflexionado conjuntamente con lxs iNNoVaNDeRs 17G. Tras trabajar con ellxs durante 4 meses, me queda claro que la distinción entre la justificación de algo (el por qué) y el propósito que perseguimos con ese algo (el para qué) es algo que es difícil de discernir para lxs alumnxs… y que esta distinción resulta ardua porque en la mayor parte de las ocasiones, los por qués nos vienen impuestos por el entorno que nos rodea, mientras que los para qués son responsabilidad nuestra, y asumir la responsabilidad, en ocasiones, conlleva tomar decisiones y actuar… y eso cuesta.

Me llama la atención que a pesar de que lo trabajemos en el aula, lxs alumnxs caigan de manera continuada en la falacia de los números pequeños, según la cual consideran que lo que ellxs opinan sobre algo, es extrapolable al resto de la población. A pesar de que por medio de los debates y de las visitas a las empresas tratemos de trabajar la necesidad de tener una visión sistémica sobre un determinado fenómeno, me entristece ver que rara vez apoyen sus ideas con evidencias. Es necesario pasar de las opiniones subjetivas a las evidencias objetivas, y el único vehículo para lograr esta transición es el formado por la combinación de la lectura, la investigación, y la escritura reflexiva.

Como sabéis, en el taller nos basamos en el libro de José Luis Larrea, sobre el cual hemos escrito en numerosas ocasiones en este blog. Y año tras año, me sorprende sobremanera la dificultad que muestran lxs estudiantes a la hora de leer. Está claro que si leen el libro es porque yo se lo indico, pero me preocupa observar cómo lxs estudiantes no son capaces de reflexionar acerca de para qué deben leer dicho libro. Y esa reflexión, indudablemente, puede ser colectiva, pero eminentemente, la reflexión debe ser individual, porque los propósitos que cada unx de ellxs pueden tener en la vida, y el propósito que buscan con su participación en iNNoVaNDiS también es personal e intransferible.

Una de las películas más características de la saga de Indiana Jones es aquella en la que el protagonista emprende una investigación para buscar “el arca perdida”. Por eso mismo, creo que yo también necesito emprender una investigación y una reflexión profundas acerca de cómo podemos ayudar a nuestrxs estudiantes a encontrar su propósito perdido. El resultado, el próximo curso en iNNoVaNDiS.

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